top of page
Ernesto Pedalino

Cuando en 1965 llegué a Ma-drid ya había creado en Buenos Aires la técnica inédita que pro-yecto en la mayoría de mis tra-bajos. Trabajaba en publicidad y como esta profesión es muy absorbente no pude volver a pintar hasta 1989, que fue cuando me convertí en un pin-tor dominguero -solo pintaba los fines de semana- hacía obras en pequeño formato, por-que cuando estás en proceso de búsqueda, las obras pequeñas permiten hacer cambios y visualizar resultados al instante. Hice una gran producción con muy buenas sensaciones. Al principio solo utilizaba el color
color blanco, con este handicap lograr texturas con personali-dad era muy laborioso. Por eso rayaba, frotaba con betún, que-maba, lijaba, utilizaba todo lo que tenía cerca, el resultado me gustaba pero pero tenía la sen-sación de que un cuadro de solo textura no era un cuadro, por eso le incorporaba palitos o trozos de telas o lo que encon-traba en el jardín. En principio a esta serie la llamé Serie Palitos porque superponer palitos

pero como el nombre no sona-ba muy profesional fue cuando lo cambié por Serie Collage.
A partir del 2001 incorporé el color. Fue como empezar de nuevo, primero porque tuve que

aprender a combinarlos y luego porque los pigmentos del color reaccionaban de forma distinta a mi acostumbrado proceso creativo. Lo pasé muy bien. Como lo mío es investigar, se me ocurrió enriquecer la textura con bajo relieve y como lo más cercano que tenía era un compás, lo utilizaba haciendo líneas profundas con círculos o
semicírculos encontrados y a veces superpuestos. A esta línea la llamé Serie Autopistas Digitales porque semejaban los enlaces de los navegantes de las redes sociales. Quise transmitir el simbolismo de los vínculos que se crean entre personas. Después de esto, dejé el compás. Seguí pensando
e investigando con las texturas también dejé el cartón, que era la base de casi todas mis obras y empecé a trabajar sobre tela. A la vez que crecía mi experiencia o mi seguridad, también crecía el tamaño de mis obras. Del compás ahora solo utilizaba la parte punzante para hacer líneas, no curvas. Fue cuando surgieron las casas medievales, altas y estrechas.
Llegué a la conclusión que hacía esto porque en esa época viajé seguido a Venecia. Disfrutaba paseando por sus calles, sus canales, los reflejos, las cálidas
paredes desconchadas, sus marrones, ocres y muy cálidos naranjas. Así surgió el nombre de Serie Venecia.

Hace unos años, descubrí que en playa de Carboneras hay piedras que parecen esculturas, por su forma y por el dibujo de sus rayas. Entusiasmado me
llevé unas cuantas al estudio y me puse a investigar. Estas piedras me dieron el placer de volver a disfrutar con el collage y el minimalismo, del cual soy un profundo admirador.
2016 lo he dedicado a la nueva Serie Horizontes, que es una lógica evolución derivada de la Serie Venecia. Comencé 2017 con mucho entusiasmo, crean-do obras para esta nueva serie en grandes formatos.


bottom of page